MIS RECETAS

jueves, 13 de febrero de 2020

" LEYENDA DE LA CASA DEL MIEDO" EN LA PLAZA DE SAN BARTOLOMÉ X


   Según D. Matías D. Ráez Ruíz.

   Durante años se habló de una casa abandonada situada en la plaza de San Bartolomé, en la que se oían ruidos y se producían extraños fenómenos que se relacionaron con  la presencia de duendes. 1866 es la fecha que existe en la puerta. La leyenda tiene varias etapas.
 
   La gente del barrio empezó a observar que todas las noches, a la misma hora; salía un fantasma con su sábana, cadenas, etc.. algunos vecinos  ya mosqueados, se juntaron para espantar a este ensabanado que, cuando vio el garrote dirigirse a su cuerpo, soltó la sábana y cuantos arreos portaba dándose a la fuga. Y es que el tal fantasma resultó ser el amante de la señora que vivía en aquella casa y que usaba este ardid para no levantar sospechas.




   La casa era en realidad la del Conde del Águila. Allí se produjo un dramático accidente que costò  
 la vida de un niño de corta edad, hijo del conde; que murió al caérsele a la niñera desde una ventana.    La familia abandonó la casa y la alquiló. Después murieron otros vecinos. La casa se cerró y empezó a decirse que en ella "había miedo".

                                       



   En la década de los años veinte, una pandilla de niños, vecinos de los alrededores de la plaza, entraban en la casa abandonada subiendo a las buhardillas y, entre sus travesuras, movían tablones, hacían ruidos, accionaban los llamadores mediante cordeles, etc.. causando el miedo entre los vecinos durante un tiempo.
   Después vino a instalarse allí el Registro de Rústica.  Al principio todo iba bien, pero después se observaron fenómenos paranormales: se encendían y apagaban las luces solas, se abrían y cerraban puertas y cajones, los expedientes pasaban de un armario a otro, se escuchaban susurros, gemidos etc.. Al final, tuvieron que quitar las oficinas, volviendo a quedarse de nuevo la casa abandonada.
  Remodelaron totalmente el edificio allá po el año 1990 y, de momento; no se ha apreciado fenómeno paranormal alguno.
    
   Colindante con la plaza de San Bartolomé estaba el Colegio de San Agustin (en la actualidad un bloque de pisos), donde en los años 1957  hice el bachillerato y esa plaza me trae muchos recuerdos, empezando por la calle  

                                            

PATIO INTERIOR DEL COLEGIO






   Frente a la fachada del colegio hay una estatua en bronce de un niño junto a su perro.
   !Qué tiempos aquellos!

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