S/ D. Matías D. Raéz Ruíz y D. Manuel Mozas Mesa.
"Tres cosas tiene Jaén que no las tiene Sevilla: Santo Rostro, Cruz de Jaspe y Virgen de la Capilla".
Esta copla expresa el orgullo que en Jaén se sentía por estas tres reliquias, una de ellas, la Cruz de Jaspe, que desapareció en 1936.
Se trataba de la cruz procesional de la catedral, pieza de orfebrería gótica, a la que más tarde se le añadió una cruz de cristal de roca hallado en el Ejido y que, según cuentan, cayó del cielo tras una tormenta.
Fue el obispo Vázquez de Acuña, gran letrado, de altos pensamientos, de ánimo muy esforzado y valiente e inclinado a la guerra, "Qual se requería en el que avia de ser obispo desta iglesia de Jaén".
Por Alonso Díaz de Herrera, clérigo de Jaén y notario apostólico y expedido el cuatro de agosto de 1457, día de la toma de posesión de la silla episcopal de San Eufrasio por el nuevo prelado D. Alfonso Sánchez de Acuña, en el que figuró la Cruz de Jaspe, como la procesional del cabildo de la catedral giennense.
Años posteriores en 1461, se celebraba con toda suntuosidad en el templo catedralicio, la boda de D. Miguel Lucas de Iranzo, condestable de Castilla y Canciller Mayor de los Reinos, con Doña Teresa de Torres, señora del Villar Don Pardo.
La relación de fechas del condestable Miguel Lucas de Iranzo, atribuida por unos, a su criado Juan de Olid y por otros, a Diego Gómez o a Pedro Escavias, narra la vida de este hombre de humilde cuna," levantado del estiércol" y que llegó a los más altos puestos, merced a su privanza con Enrique IV. Derrocado por la envidia y las intrigas del marqués de Villena y de D. Beltrán de la Cueva, se retiró a Jaén, cuyo gobierno se le encomendó. En ella se menciona también la Cruz de Jaspe, como
cruz procesional del cabildo, en las comunidades religiosas a que concurrió el Condestable.
Por último, un cantar del pueblo, que innegablemente procede de la mitad de la centuria decimoquinta, acusa la antigüedad de este singular emblema artístico, distintivo que acompañaba al cabildo catedralicio, en los actos solemnes que asiste corporativamente.
La Cruz de Jaspe, que no era de esta variedad de cuarzo, sino de cristal limpio, con la filigrana de su templete piramidal gótico; fue una joya bellísima perdida, quizá destruida o malbaratada en el extranjero por algún aprovechado.
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