ESCULTURA DEL LAGARTO
Esta leyenda se perpetúa mejor de forma oral, que se transmite de padres a hijos, conservando así, más pura, su fragancia legendaria.
La tradición se remonta a los tiempos medievales, en que se dice apareció el lagarto por la gran abertura que alumbraba el raudal de la Magdalena, a través de una roca hendida de las estribaciones del cerro, que corona el viejo castillo, por donde discurría el abundante manantial.
Para que llamara la atención y se forjara la leyenda, este reptil, dragón, del orden de los saurios o bien sierpe, sería de un tamaño voluminoso, despertando asombro por su extraordinaria corpulencia y ferocidad. (según textos de D. Manuel Mozas Mesa y D. Matías D. Raez Ruiz).
CUBIL DEL LAGARTO
DISTINTAS VARIANTES DE LA LEYENDA
Tres son los relatos que cuentan su muerte, que al correr de los siglos el pueblo introduce:
I
"La población se hallaba atemorizada con el monstruo, que tenía su cubil en el mismo nacimiento del agua de la Magdalena. Diezmaba los ganados, su tremenda voracidad la aplacaba después de ingerir, diariamente, varias ovejas e inocentes corderillos.
Cansado de éstas "hazañas", un pastor, joven apuesto, de rústicos principios, aunque de natural ingenio; ideó el poner al alcance de la fiera una piel de cordero llena de materiales incandescentes. Al lagarto, agradó el presente y al engullirlo, se abrasó las entrañas y reventó, dando un gran estallido. Era su última mueca de horror, la última señal de espanto."
(El pueblo, muestra sus preferencias por esta versión; es la que narra, porque le parece la más sencilla y admisible; aunque no posea alardes de fantasía, si crea una de tantas ilusiones bellas que forman parte del patrimonio popular).
IGLESIA DE LA MAGDALENA
II
" En el manantial que hay justo enfrente de la iglesia de la Magdalena, había un lagarto muy grande que salía y se comía a todo el que iba por agua. No había quien saliera de sus casas en la Magdalena, todos asustados y sin trabajar.
Había un preso en la cárcel condenado a muerte que pidió el perdón si lograba matar al lagarto. Tal era la desesperación de los vecinos, que se le concedió su petición. Él pidió un caballo, un saco de panes calientes, una piel de cordero y un saco de pólvora.
Fue de noche a la cueva con el costal de panes calientes. Cuando el lagarto los olió, salió de la gruta y al ver al preso intentó embestirlo.. pero este, salió corriendo y en su huida fue echándole
panes hasta llegar a la iglesia de San Ildefonso. Allí le tiró el saco de pólvora envuelto en la piel y el lagarto se la tragó creyendo que era un cordero y reventó".
(Esta forma expositiva marca el influjo cristiano en la redención de cautivos. De ahí el arriesgar la vida en lucha peligrosa y difícil, abandonando para siempre las tenebreces de la prisión o la lóbrega mazmorra, donde sufría el cautiverio).
III
"Un guerrero vestido con traje de espejos, esperó al monstruo y.. al salir éste, quedó deslumbrado al reverberar la luz sobre las plateadas lunas que formaban tan original equipo. Momento que aprovechó el guerrero para atravesarlo con su acero".
(Esta narración es digna de figurar en un cantar de gesta, y se puede considerar como uno de los hechos memorables de algún héroe caballeresco".
¿QUÉ ESCONDE ESTA LEYENDA?
En las religiones matriarcales agrarias, lo femenino estaba representado por la cueva (útero), el agua (flujo de la vida), la luna (28 días, menstruación), etc. El dragón era el custodio de la cueva, por lo que pertenece al mundo de lo femenino. En un momento determinado, se impone el patriarcado; donde el héroe simboliza lo masculino y al que se le adjuntan elementos masculinos tales como el caballo, el sol (espejos), cordero. Así pues, nos encontraríamos ante un cambio diametralmente opuesto al establecido.
A través de internet (la casa encantada), podemos encontrar vestigios del mito del dragón en la península ibérica y en la Europa mediterránea.
- En el convento de Santo Domingo (Asturias): matan al dragón dándole pan con alfileres.
- San Jorge (siglo III): mató al dragón que quería comerse a la princesa.
- La Biblia nos relata que Daniel (S. VII ac.), durante su cautiverio en Babilonia, no quiso adorar a la gran serpiente y logró matarla con un cocimiento de sebo,pez y pelos; que la hizo reventar (por lo que lo echaron a los leones).
- La tarasca, representación monstruosa del dragón que sale de las riveras de las tormentas para llevarse a las víctimas. Portugal, Cáceres, Granada, Tarascón (Francia), son lugares donde las leyendas han recreado su imagen. Concretamente en Tarascón, Santa Marta aspergió al monstruo con agua bendita y, una vez amansado, fue arrojado al río Ródano. Esta leyenda ha tenido tal raigambre en ciudades como la vecina Martos, que en dos de los cuarteles de su escudo se puede apreciar, en uno el acetre y el hisopo y en el otro un dragón).
( Según el libro Leyendas de Jaén y otras historias de D. Matias D. Ráez Ruiz).
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